Varias personas esposadas saliendo de un avión de transporte militar, con un hombre barbado y gorra blanca apuntando hacia la cámara en primer plano Nayib Bukele

El “reciclaje criminal” en El Salvador: la polémica llegada de delincuentes extranjeros al CECOT

El presidente inconstitucional Nayib Bukele ofrece su megacárcel CECOT como “santuario” para criminales deportados desde Estados Unidos y otras naciones. Esta decisión ha generado inquietud sobre posibles pactos entre el gobierno salvadoreño y pandilleros, quienes podrían revelar información comprometedora en juicios internacionales. Mientras Bukele exhibe esta medida como un éxito de su política de “mano dura”, sectores de la oposición y organismos de derechos humanos advierten sobre violaciones al debido proceso y un interés económico detrás de la iniciativa.

¿Por qué Bukele recibe criminales extranjeros en El Salvador?

El traslado de pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) obedece, en teoría, a dos propósitos estratégicos:

  1. Evitar revelaciones peligrosas: Se presume que líderes de pandillas como “el Crook” podrían implicar al gobierno salvadoreño con testimonios en tribunales de EE.UU.
  2. Fortalecer la imagen de Bukele: El mandatario busca presentarse como líder regional en seguridad, impulsando el concepto de “El Salvador, país más seguro”.

Sin embargo, mientras Bukele se beneficia de la propaganda de su “régimen de excepción”, miles de salvadoreños han sido arrestados arbitrariamente, alimentando las denuncias de represión y violaciones a los derechos humanos.

CECOT: ¿Un paraíso para criminales selectos?

A diferencia de penales como Mariona, Apanteos e Izalco, donde persisten hacinamiento y condiciones inhumanas, en la megacárcel CECOT se reportan privilegios especiales:

  • Tres tiempos de comida provistos por una empresa contratada.
  • Atención médica y medicamentos de forma oportuna.
  • Instalaciones equipadas con gimnasio, talleres vocacionales y atención psicológica.
  • Ausencia de hacinamiento, a diferencia de otros recintos con sobrepoblación que alcanza el 300%.

Se rumora que antiguos miembros de la MS-13, líderes del Tren de Aragua y otros criminales extranjeros deportados desde Chile gozan de un trato diferenciado en CECOT. El gobierno niega favoritismos, pero los críticos señalan la evidente disparidad con el resto del sistema penitenciario salvadoreño.

¿Seguridad real o negocio carcelario encubierto?

De acuerdo con el Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR), esta megacárcel opera bajo términos que generan sospechas de lucro para ciertos empresarios vinculados al gobierno. Se denuncia que mientras Bukele presume de su modelo de seguridad, miles de inocentes cumplen detenciones injustas sin un proceso legal adecuado.

  • Detractores: Afirman que se está usando el CECOT para lavar la imagen de criminales, fomentar pactos ilícitos y asegurarse de que ningún testigo clave hable contra el gobierno.
  • Oficialismo: Sostiene que la mega cárcel es una innovación penitenciaria que contribuye a consolidar a El Salvador como “el país más seguro” de la región.

La pregunta que surge es si este “reciclaje criminal” responde a una verdadera estrategia de seguridad nacional o si constituye una maniobra económica y política en la que El Salvador se convierte en receptor de delincuentes extranjeros a cambio de beneficios económicos y propaganda positiva para Bukele.

Conclusión

Aunque el gobierno de Bukele promociona al CECOT como un avance en la lucha contra la delincuencia, la llegada de delincuentes extranjeros y la disparidad en el trato a distintos presos generan dudas sobre la transparencia de esta medida. La comunidad internacional y los organismos defensores de derechos humanos se mantienen atentos a los posibles abusos del régimen de excepción, mientras la sociedad salvadoreña se debate entre la búsqueda de seguridad y la protección de derechos básicos.

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