Al gobierno salvadoreño le alcanza el dinero para el populismo, no para solventar los problemas económicos y sociales de la población.
En medio de una profunda crisis económica y social, el gobierno de Nayib Bukele prioriza la construcción de una millonaria pista de hielo y un árbol navideño en el centro histórico de San Salvador. Mientras tanto, hospitales carecen de medicinas, escuelas permanecen sin reparaciones, y miles de salvadoreños sobreviven con un salario mínimo de apenas $365 mensuales.
Un País de Contrastes: Lujo y Desabastecimiento
Aunque el gobierno salvadoreño proyecta una imagen de prosperidad, la realidad interna refleja otra cara. Las promesas de reparar escuelas, dotar a los hospitales públicos de insumos y garantizar pensiones dignas han quedado incumplidas. Sin embargo, el anuncio de costosos proyectos como la pista de patinaje sobre hielo y un árbol navideño ha desviado la atención pública.
Estos “atractivos”, que inicialmente cobraban $10 por entrada a la pista, tuvieron que reducir su tarifa a $3 tras críticas generalizadas. Sin embargo, este costo sigue representando un sacrificio para muchas familias que apenas logran cubrir sus necesidades básicas.
Escuelas y Hospitales: Promesas Incumplidas
Bukele prometió en 2022 reparar tres escuelas por día, lo que sumaría 5,150 centros educativos intervenidos. Sin embargo, en la práctica, solo se han reparado 32. Además, las promesas de equipar estas instituciones con internet, clínicas médicas y bibliotecas se han quedado en el aire.
En el sector salud, las carencias son alarmantes. La falta de médicos especialistas y la escasez de insumos afectan a miles de pacientes. Incluso, profesionales de salud han sido acosados o despedidos por denunciar estas deficiencias o participar en manifestaciones.
A pesar de haber anunciado el hospital más grande de Latinoamérica, el gobierno no ha podido completar obras clave como el nuevo Hospital Rosales, a pesar de contar con $170 millones asignados para ello.
El Saqueo de las Pensiones
El sistema de pensiones también se encuentra en crisis. Durante 2024, el gobierno tomó más de $737 millones de los fondos de pensiones para financiar su creciente deuda, que ha pasado de $9,494 millones en diciembre de 2023 a $10,231 millones a mediados de 2024.
Reformas recientes permiten al gobierno acceso directo al fondo de ahorro de los trabajadores, de donde ya ha tomado $104 millones en tan solo un mes. Estas decisiones han duplicado la deuda de pensiones desde que Bukele asumió el poder en 2019.
El Presupuesto 2025: Menos Educación y Salud, Más Gasto Ejecutivo
El presupuesto nacional para 2025 refleja las prioridades del gobierno. Se asignaron $90.8 millones menos al Ministerio de Salud y $31 millones menos al sector educativo en comparación con 2024. En contraste, el Ejecutivo, junto con Defensa y Justicia, recibirá un incremento de más de $65 millones.
A pesar de estas asignaciones desproporcionadas, la deuda pública sigue aumentando. Actualmente, asciende a $30,000 millones, equivalente al 84% del Producto Interno Bruto (PIB), un alarmante
Gasto Populista en un País en Crisis
El enfoque del gobierno en proyectos populistas como la pista de hielo y el árbol navideño contrasta drásticamente con la realidad de miles de salvadoreños que enfrentan problemas de salud, educación y bajos ingresos. Aunque estos proyectos pueden “encantar” a la población, el saldo rojo del país sigue creciendo, hipotecando el futuro de la nación para financiar un espectáculo de lujo.