El presidente salvadoreño inscribió su candidatura para buscan un segundo mandato, violando la Constitución y teniendo como cómplices a la Corte Suprema de Justicia y sus diputados que controlan la Asamblea Legislativa.
Varios artículos de la Constitución señala que la persona que haya ejercido la Presidencia no podrá “continuar en sus funciones ni un día más”, incluso el padre del mandatario y el mismo Bukele aseguraban que debía de respetarse para la forma de gobierno y mantenimiento político establecido, caso contrario obliga a la insurrección. https://twitter.com/jhsbernal/status/1673483342623154177?s=20
Don Armando era claro al reafirmar que “el periodo presidencial es de cinco años y comenzara y terminara el uno de junio, sin que la persona que haya ejercido la presidencia pueda continuar en sus funciones.”
Además, citó el Artículo 248 inciso 4 que dice “No podrán reformarse ningún caso, los artículos que se refieren a la forma y sistema de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia”.
Pese a ello, su hijo Nayib Bukele ha ignorado cada palabra de su padre para mantenerse en el poder bajo la falsedad publicitaria que su reelección es constitucional.
Su inscripción junto a la del vicepresidente de la República, Félix Ulloa, es cuestionada por organismos locales e internacionales, así como abogados constitucionalistas, porque como dice el titular del periódico peruano, jurídicamente Bukele está impedido. https://elcomercio.pe/mundo/centroamerica/elecciones-el-salvador-2024-nayib-bukele-esta-impedido-juridicamente-para-la-reeleccion-dice-director-de-ong-accion-ciudadana-eduardo-escobar-nuevas-ideas-ni-felix-ulloa-ultimas-noticia/
Para Bukele, los artículos que prohíben la reelección no tienen validez y han tergiversado la Carta Magna a su “antojo”, gracias a que tiene bajo su dominio al congreso y la Corte Suprema de Justicia.
Eduardo Escobar, director de la organización no gubernamental Acción Ciudadana, afirma que Bukele no tiene derecho a reelegirse porque es contrario a la Constitución.
Por su parte, la parlamentaria de VAMOS, Claudia Ortiz, no duda en afirmar que “si permitimos la reelección inconstitucional, como sociedad estaríamos avalando la desigualdad de los salvadoreños ante la ley”.
Sin embargo, El Salvador carece de una Sala de lo Constitucional Legítima y Transparente porque está sumisa al Ejecutivo y tiene las manos atadas para frenar la reelección.
Tras los pasos de Martínez
El historiador Héctor Lindo, dice que buscar la reelección con interpretaciones o cambios de la Constitución no es una nueva idea del presidente Bukele, en julio de 1938 el coronel Maximiliano Hernández Martínez, comenzó a hablar abiertamente sobre el tema.
Lindo, señala que, en aquel entonces, los operadores políticos del oficialismo fueron los responsables de organizar cabildos abiertos en las municipalidades para solicitar las firmas de los ciudadanos con el objetivo de hacer creer que “había clamor popular” y así cambiar los artículos de la Constitución que le estorbaban.
Bukele ha despreciado la historia salvadoreña, pero en lo que respecta a Martínez pareciera que ha sido un modelo para seguir, porque al igual que el militar dictador, a usado las alcaldías en manos del oficialismo, tiene censurados a los medios y ejerce la persecución política a fin de quitar de su paso todo obstáculo.
La única diferencia entre Bukele y Martínez, es que los magistrados de este último renunciaron por principio y no ser señalados de cómplices de una reelección anticonstitucional y lo del actual presidente salvadoreño no.
El historiador también hace referencia a que en el gobierno de Martínez había “Estado de Sitio” que coartaba las libertades a los salvadoreños para expresarse públicamente sobre su posible reelección”.
De acuerdo con la oposición, esta estrategia es muy parecida al régimen que tiene secuestrados los derechos constitucionales de los salvadoreños, silenciar las voces para consolidar su reelección. Martínez reprimió a la población que quiso oponerse a un segundo mandato.
Cabe señalar que el general Francisco Menéndez promulgó la Constitución de 1886, en la cual se reflejó el sentimiento popular y prohibió “terminantemente” la reelección, siendo la Carta Magna con vigencia en la historia salvadoreña, pero de un plumazo Nayib Bukele la violento para permanecer en el poder, lo que lo convierte en un nuevo dictador.
