Es falso que haya progreso en El Salvador. Lo que abunda es deuda, pobreza y un alto grado corrupción estatal.

El presidente inconstitucional de ese país, Nayib Bukele dijo en la ONU que su país vive en prosperidad, sin embargo, la población la desmiente.

Economistas y analistas de ese país, sostienen que, al hablar de progreso, implica un desarrollo en múltiples dimensiones y entre estas figuran una mejora sostenida en la calidad de vida de sus habitantes, estabilidad económica, justicia social, incluso una estabilidad ambiental.

Además, un país que progresa es uno que no solo experimenta crecimiento económico, sino que también garantiza equidad, oportunidades y bienestar para sus ciudadanos.

Sin embargo, El Salvador bajo el gobierno de Nayib Bukele, ha sumergido a esa nación en deudora, ya que en cinco años la elevó a más de $ 30,173.27 millones, incluyendo el dinero ahorrado por los trabajadores en el fondo de pensiones.

En ese sentido, dicen los expertos no puede hablar de estabilidad económica, cuando se estima que más de 177 mil salvadoreños se encuentran hoy en pobreza extrema, debido a la falta de ingresos que no les permiten ni siquiera cubrir el costo de la canasta básica de alimentos, cuyo valor pasó de $245.02 a $256.74 entre enero de 2023 y enero de este año y sigue aumentando.

Otro indicador que El Salvador no ha progresado es la falta de justicia social, ya que el gobierno de Nayib Bukele al tener el control estatal institucionaliza la violación de derechos humanos tras dos años del régimen de excepción.

Sobre esto último, el gobierno bloqueó en redes sociales a críticos, entre estos, periodistas, activistas, medios y ciudadanos comunes considerados críticos de la gestión del gobierno de Nuevas Ideas, mientras en la ONU pregonaba que hay libertad de expresión y que tampoco hay persecución política.

Según información de la Prensa Gráfica, un aproximado de 5,000 los perfiles de TikTok, X (antes Twitter), Facebook e Instagram han  sido bloqueados  de las cuentas oficiales de instituciones estatales: Casa Presidencial, la del presidente Bukele , funcionarios y  ministerios, con el objetivo de ocultar la información de los ciudadanos.

Corrupción Estatal

Nayib Bukele le teme a la verdad y aunque maquille la realidad de El Salvador, le resulta imposible controlar el descontento social provocado por la mala administración y la corrupción.

El progreso del que habló el mandatario en su intervención ante la 79 reunión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más que de país, es de personal, ya que la familia Bukele son los nuevos terratenientes de El Salvador.

Solo en 2023 adquirieron 361 hectáreas a través de sociedades controladas por el propio Bukele, sus hermanos, su madre o su esposa.

Entre las nuevas propiedades se encuentran fincas cafetaleras, terrenos con cultivos de azúcar y dos inmuebles con vistas al lago Coatepeque.https://no-ficcion.com/bukele-cia-la-nueva-familia-terrateniente-de-el-salvador/

Las voces críticas de salvadoreños no dudan que las arcas del Estado han sido utilizadas para acrecentar su riqueza patrimonial, mientras la población no tiene acceso a una vivienda digna, por el contrario los desalojos en tierras de “interés estatal” continúan, así como las renuncias obligatorias de trabajadores de instituciones públicas, elevándose el desempleo en ese país.

El lujoso estilo de vida de la familia presidencial no prioriza las necesidades de los ciudadanos que carecen de asistencia médica especializada porque el gobierno inició la cacería de médicos especialistas que lo criticaban, obligándolos a renunciar tanto en el Seguro Social como en la red hospitalaria nacional.

Ahora busca especialistas en países sudamericanos entre estos Colombia y Argentina con salarios de $5,000.00 (libres de impuestos, seguro médico privado, vacaciones y pago de alquiler por 3 años) pero deben ser sumisos y guardar silencio ante la carencia de medicamentos y equipo médico.

 

¿A esto llama progreso Bukele?, cuestionan pacientes del hospital Rosales, Los médicos salvadoreños con salarios debajo de los mil dólares, sobrecargados de pacientes y con turnos extras.

Por su parte, los pacientes quienes deben madrugar para ser atendidos y con suerte salir con medicinas, viven a diario la precariedad de los hospitales.

“Tengo insuficiencia renal, en muchas ocasiones me han regresado a la casa porque no ha venido el médico o la máquina de hemodiálisis arruinada. Este gobierno nos condena a la muerte, le estorbamos”, manifestó un ciudadano.

Sanar la economía implica más despidos

El desempleo es otro detonante que pone al descubierto la mentira de Bukele. En las últimas semanas, su gobierno cesó a 300 trabajadores públicos para “ahorrar gasto público”, pero vuelve a contratar a sus afiliados al partido.

La palabra “ahorrar” o “medicina amarga”, solo justifica más la corrupción. De ser así, el gobernante no habría adquirido un helicóptero que supera los $5 millones, mientras las escuelas siguen a la espera de ser reparadas, no hay refrigerio escolar ni uniformes.

El Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop) reveló que el 60,5 % de los salvadoreños considera que la economía ha empeorado y un 69,2 % dice que su economía familiar ha empeorado o se mantiene igual.

Para los salvadoreños, el país que pretende proyectar Bukele en el exterior es una mentira y la comunidad internacional también lo sabe y lo visualiza como un presidente autoritario y narcisista.

 

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