Los salvadoreños que son los que viven en carne propia el hambre y la falta de trabajo, tilda de mentiroso al presidente inconstitucional.
Mientras el presidente inconstitucional aseguraba en Argentina que El Salvador goza de una estabilidad laboral en la agricultura, la construcción y turismo, la realidad es muy distante al discurso político de Nayib Bukele.
Desde su llegada en el 2019, este gobierno ha sido el que más trabajadores estatales ha cesado, alcanzando hasta julio pasado 300 y con los recortes presupuestarios en salud y educación la cifra aumentaría.
Silvia Navarrete, secretaria general del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de Salud (SITRASALUD), subrayó que el recorte anunciado implica más de mil destituciones de empleados de Salud para el año 2025.
De igual manera, el congelamiento del escalafón para los trabajadores tanto del sector docente y salud complicará la situación de los empleados gubernamentales.
La población que es la que enfrenta el hambre cara a cara recrimina las mentiras sobre la empleabilidad en la agricultura, la construcción y el turismo.
Sobre esto, la oposición señala que las políticas con respecto a la creación de empleos es nula y solo ha beneficiado a familiares, amigos, socios y a sus funcionarios públicos.
De acuerdo con datos del FMI, El Salvador tiene una tasa de 5.4% de desempleo, dejando al descubierto otra mentira del gobernante, el cual pretende vender una realidad maquillada de ese país. https://elcomunista.org/hambre-y-desempleo-las-piedras-en-el-zapato-de-bukele/
“En mi cantón decimos que la mentira tiene patas cortas y el presidente se está echando zancadillas solito. Mire cuantos cultivos inundados y el banco cobrando los préstamos que hicimos para sembrar. Entonces que no sea sinvergüenza y llenándose la boca de puras mentiras, El agricultor está abandonado”, manifiesta un agricultor del país.
Los pobres estorban
Son muchas las opiniones que desenmascaran a Nayib Bukele sobre la prosperidad turística. Lo que no dijo en Argentina es que está quitándole las tierras a los salvadoreños que habitan la costa y cualquier terreno que el gobierno le vea con fines de lucro lo expropia.
A estas críticas, se suman los vendedores del centro histórico, los cuales fueron sacados bajo amenazas de encarcelamiento bajo el régimen de excepción, dejando a miles de familias sin el pan diario. Ahora los dueños son del círculo de confianza de Bukele.
En el sector de la construcción, el mandatario también dijo que hay trabajo, pero obvió decir que, muchos reos en fase de confianza están realizando las obras, mientras que otros han sido explotados para trabajar en propiedades privadas y sin recibir salarios.
Por otra parte, es cuestionable la prosperidad de este país, si en el 2023 tuvo una baja inversión extranjera directa que es la clave para la empleabilidad.
En ese año, El Salvador logró 760 millones de dólares, la sexta parte de lo que recibió Costa Rica en el mismo año, 4,687 millones de dólares.
Para el economista salvadoreño César Villalona, los problemas económicos que enfrenta la ciudadanía, como el desempleo y el aumento del costo de la canasta alimenticia básica y la pobreza, es el “talón de Aquiles” del mandatario.
Un dato que pone en “tela de juicio” el floreciente empleo del que habla Bukele es análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el cual muestra que la pobreza extrema, que fue 5.6 en 2019 y que aumentó desde que Bukele llegó al poder. En el 2021 el porcentaje fue del 8.3%, 8.4% y 8.7% en 2022.