El infierno que viven los reos del régimen de excepción

Los garrotazos, violaciones y torturas son algunas de las torturas que viven los salvadoreños en las cárceles. El 92 por ciento de ellos no tienen vínculos con las pandillas.

Al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, se le fue “la mano” con el régimen de excepción. Aquí pagan justos por pecadores, algunos abandonan la cárcel moribundos otros salen directo al cementerio.

Esa es la percepción que tiene la población que vive en carne propia las detenciones de sus familiares, muchos de ellos han perdido la vida bajo la custodia del Estado.

Según El Socorro Jurídico Humanitario, una ONG, hasta el 10 de mayo 114 personas detenidas en centros penales que habrían fallecido en diferentes hospitales por supuesto homicidio o falta de atención médica.

Además, aseguran que el 92 por ciento de los fallecidos no pertenecían a pandillas y fueron víctimas de otros reos, de los custodios, policías y militares. Sin embargo, no hay informes oficiales de la muerte de esas personas.

Por su parte, Cristosal, otra de las organizaciones no gubernamentales ha reportado más de 3 mil 333 casos de denuncias y 3 mil 346 personas a las que sus derechos fueron vulnerados durante el régimen de excepción.

Las declaraciones de estas organizaciones son desvalorizadas por el gobierno de Bukele y las acusa de defender a los pandilleros y volcando el rechazo de sus simpatizantes hacia éstas, incluso ejerce persecución política para silenciar su trabajo en pro de la población que sufre violencia de sus derechos humanos.

Mientras tanto, Bukele y sus funcionarios impuestos se jacta de tener bajo las rejas a más de 68 mil 500 supuestos pandilleros o colaboradores han sido capturados desde marzo de 2022 hasta mayo de 2023.

De esta población recluida en los centros penitenciarios, el 90 por ciento tiene detención provisional decretada por un juez por el delito de agrupaciones ilícitas y presentar pruebas y el debido proceso.

A la fecha, de ese total, las autoridades aseguran haber puesto en libertad a unas 4 mil personas porque no se les pudo comprobar su participación con estas estructuras criminales, pero guardaron prisión varios meses y fueron sometidos a torturas.

Testimonios de terror

Una publicación del medio de comunicación digital Infobae, recopiló testimonio de sobrevivientes del régimen de excepción que relataron el terror que vivieron mientras estuvieron en las cárceles de Bukele.

Los relatos tienen en común, torturas, garrotazos y patadas, entre otras formas de violencia ejercida por custodios, policías, militares, incluso por parte de los mismos pandilleros.

Uno de los detenidos narró, con voz quebrada, las humillaciones que él y muchos otros vivieron, incluso algunos hasta agonizaban después de recibir las golpizas de los custodios y policías en el primer día en la cárcel.

“Nos hicieron un pasillo donde se formaron dos filas de agentes, policías incluidos, para darnos el recibimiento; derecha e izquierda, dos filas. Nosotros, sólo en bóxer, teníamos que pasar en medio de ese pasillo, ya prácticamente agonizando, sin tomar agua, bajo el sol, torturados con las esposas, hincados dos horas afuera del penal. Horrible, físicamente las fuerzas se terminan”, cuenta José (nombre ficticio) a su entrada al penal de Izalco, una de las cárceles que se han convertido en emblema del régimen de excepción decretado por el gobierno del presidente Nayib Bukele en marzo de 2022.https://www.infobae.com/america/america-latina/2023/05/14/castigos-tortura-y-muerte-las-voces-de-los-sobrevivientes-que-relatan-el-terror-en-las-carceles-de-nayib-bukele/

Otros, manifiestas que por milagro de Dios salieron con vida del infierno dentro de las prisiones, mientras que muchos reos perdieron la vida, algunos por las golpizas y otros por la falta de atención médica pues eran enfermos crónicos.

Las mujeres no han escapado a la violencia en los penales. Una de ellas es el caso de Karla Raquel García Cáceres, quien se vio obligada a abortar en la celda, entre otras historias que por temor no se mencionan.

Algunos ciudadanos cuestionan por qué los pandilleros que son llevados a pasar consulta, salen bien “gorditos”, mientras que las personas capturas en el régimen llegan “boqueando” al hospital y hasta las “costillas se le cuentan”.

Estos solo son uno de los miles de casos de salvadoreños detenidos durante los 14 meses que lleva el régimen de excepción, una medida que se ha vuelto populista para el presidente salvadoreño.

Muchas organizaciones de derechos humanos, Naciones Unidas y gobiernos europeos han condenado los abusos cometidos en las cárceles de Bukele, pero Estado salvadoreño ha hecho oídos sordos, argumentando una falsa seguridad y cero homicidios.

En esta última prorroga, Bukele, aprovechó la coyuntura delictiva de las maras que terminaron con la vida de un policía en el departamento de Chalatenango, https://www.lajornadamaya.mx/internacional/214977/el-salvador-amplia-estado-de-emergencia-para-combatir-a-pandillas-nayib-bukele para continuar con su estrategia represiva y atar de pies y manos a la población que denuncia las atrocidades de las autoridades de seguridad pública.

Pese a la masiva publicidad pro-gobierno con la cual pretende continuar en el poder, la población que sufre en carne propia la crueldad del régimen, al alzado la voz y poco a poco el descontento se incrementa contra el gobierno autoritario y dictatorial.

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