A pesar de las promesas realizadas en 2018 por Nayib Bukele, entonces candidato presidencial, de apoyar y mejorar el financiamiento de la Universidad de El Salvador (UES), la institución enfrenta hoy una grave crisis financiera. Casi seis años después de aquel compromiso, la UES sigue esperando que se cumplan las promesas, mientras lucha con una deuda de 55 millones de dólares que amenaza su operación diaria y programas esenciales.
1. Promesas Rotas: Durante su campaña presidencial en 2018, Nayib Bukele se comprometió a dignificar el presupuesto de la UES y aseguró que marcharía con los estudiantes para exigir un aumento justo en el financiamiento. Sin embargo, esos compromisos parecen haber sido olvidados, ya que el Gobierno de Bukele ha acumulado una deuda significativa con la universidad, afectando su capacidad para pagar a proveedores, mantener servicios básicos y continuar con programas vitales como las becas para estudiantes destacados y la investigación.
2. Impacto en la Comunidad Universitaria: La UES, siendo la única universidad pública de El Salvador y hogar de aproximadamente 55,000 estudiantes distribuidos en tres campus, desempeña un rol crucial en el desarrollo educativo y social del país. La crisis financiera no solo pone en riesgo la educación de miles de jóvenes salvadoreños, sino también el avance de investigaciones importantes que podrían beneficiar a toda la sociedad.
3. Respuesta del Gobierno y la UES: Evelyn Farfán, vicerrectora académica de la UES desde octubre de 2023, ha expresado públicamente la difícil situación financiera que enfrenta la institución debido a la falta de transferencias obligatorias por parte del Ministerio de Hacienda. La administración de la universidad continúa esforzándose por gestionar recursos y buscar soluciones, pero la falta de apoyo gubernamental representa un obstáculo considerable.
El incumplimiento de las promesas hechas a la Universidad de El Salvador refleja no solo una crisis financiera, sino también una crisis de confianza entre la juventud y el gobierno. Es imperativo que el gobierno de Nayib Bukele aborde esta deuda con seriedad y cumpla sus compromisos para garantizar el futuro de la educación pública y el desarrollo académico en El Salvador.