La última reforma a la Constitución tiene un objetivo claro para el oficialismo: Mantenerse inamovible de la silla presidencial.
El manoseo constitucional del gobierno de Nayib Bukele evidencia su ambición al poder e institucionaliza un régimen autoritario donde los ciudadanos quedan vulnerables al abuso gubernamental.
Bajo la falsa idea de “refundar el país” y que los cambios a la Carta Magna son necesarios, aun cuando la ley prohíbe “que se realice una reforma constitucional por una legislatura saliente y el artículo 248 integra un conjunto de artículos conocidos como ‘pétreos’, es decir, que no deben ser modificados porque hacerlo violenta la esencia de la norma constitucional”, acotó Celia Medrano, excandidata presidencial y experta en derechos humanos.
Sin embargo, para la legislatura liderada por Nuevas Ideas, las interpretaciones a la Constitución son a conveniencia del gobierno y no en beneficio del país ni de la población.
Violentar la norma constitucional es una constante de los diputados mayoritarias de Nayib Bukele, olvidándose que ningún órgano del estado tiene la facultad hacerlo, ya que la ley es un contrapeso al poder.
Medrano agrega que la actual legislatura y el Gobierno argumentan “que tienen el poder de hacerlo, porque el pueblo con sus votos los ha facultado para ello”.
La misma postura expresa Acción Ciudadana, quienes señalan q que la reforma al artículo 248 de la Constitución elimina “otro contrapeso” político en El Salvador.
Enrique Anaya, abogado constitucionalista, se suma a las críticas al referirse que los diputados de Nuevas Ideas mienten y confunden a la población diciendo que la reforma al artículo 248 de la Constitución es cosmética, pero la realidad es que ahora una misma legislatura puede hacer cambios a la carta magna, a su antojo.
“La reforma al artículo 248 es peligroso ya que se abre la puerta a la modificación de otros artículos pétreos”, puntualiza el constitucionalista Anaya.
El director ejecutivo de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho, FESPAD, Héctor Carrillo, lamenta que el Órgano Legislativo se ha convertido en un lugar donde ya no se construyen consensos, ni tampoco se discuten temas importantes para la sociedad.
Los diputados de Bukele, entre ellos el jefe de fracción de Nuevas Ideas, Christian Guevara, dijo que la Constitución no es sagrada e intocable: “Hasta este momento, el único libro que yo conozco que es palabra de Dios es la Biblia, todo lo demás está escrito por los hombres”. https://gatoencerrado.news/2024/05/01/el-bukelismo-podra-confeccionar-reformas-constitucionales-a-su-gusto-y-ratificarlas-en-la-misma-legislatura/
Con esta afirmación, Guevara, deja claro que ningún artículo de la Norma Suprema impedirá que el presidente Bukele gobierne a su antojo a los salvadoreños.
La Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola), no ha ignorado esta situación y por medio de un comunicado publicado en e sus redes sociales expreso que está “preocupada porque esta acción (reforma) debilita garantías democráticas y ataca el estado de derecho”.
