Régimen de excepción: 80 mil detenciones y más de 250 muertes, incluyendo bebés.

Muchos de los salvadoreños capturados en el régimen de Bukele, se les atribuyen delitos como agrupaciones ilícitas. Algunos lograron salir, mientras que otros perdieron la vida dentro de las cárceles.

La guerra contra las pandillas impulsada por el gobierno salvadoreño, no solo “arrasó” con los miembros de maras sino también con ciudadanos sin nexos delictivos.

Según el último informe de la organización de derechos humanos Cristosal, 265 personas fallecieron en prisión y 79,211 fueron capturadas en dos años de vigencia del régimen de excepción, medida que ha suspendido las garantías constitucionales de los ciudadanos.

También se da cuenta de la muerte de bebés, adultos mayores y encarcelamientos sin condenas, son parte de los hallazgos encontrados en la investigación. https://www.dw.com/es/denuncian-muerte-de-beb%C3%A9s-en-las-c%C3%A1rceles-de-el-salvador/a-69623190

De acuerdo con Cristosal, se analizaron alrededor de 1,178 casos de personas capturadas en el régimen de excepción, las cuales fueron acusadas por los delitos de agrupaciones, pero sin señalamientos de homicidios, extorciones o violaciones, que son cometidos por estos grupos pandilleriles.

Sus capturas fueron justificadas por los policías, mal denominados “jueces de la calle”, quienes detuvieron a personas por su apariencia sospechosa, nerviosismo al ser interrogado, incluso otros han sido encarcelados por llamadas anónimas.

Los salvadoreños capturados y que tuvieron la suerte de salir del “infierno” donde fueron sometidos a diferentes prácticas de tortura y sus testimonios son parte de este informe presentado por Cristosal “El silencio no es opción”.

David Morales, jefe de justicia transicional,  ni la Fiscalía General de la República (FGR), ni la Policía Nacional Civil (PNC), realizan investigaciones para las capturas de las personas y que cometen una acusación genérica del delito de agrupaciones ilícitas.

Por su parte, Noah Bullock, director de Cristosal, dijo que los procesos judiciales en el marco del régimen de excepción, causan “indignación” ante los señalamientos de violencia en las cárceles salvadoreñas.

Bullock agregó que “el sufrimiento humano a gran escala, perpetrado en manos del Estado” es el resultado decisiones deliberadas del poder ejecutivo y legislativo con la complicidad del sistema de justicia. “Jueces han renunciado a su rol como contrapeso ante abusos de poder”.

Vidas arrebatadas

El informe “El silencio no es opción” documenta 265 personas fallecidas en las cárceles del régimen de Bukele. Cuatro bebés recién nacidos en los centros penitenciarios, la muerte de13 estudiantes, 32 jornaleros, 23 empleados, 21 comerciantes y 13 agricultores.

A la lista de fallecidos, según Cristosal se suman pastores evangélicos, enfermeras, molineros, taxistas; mientras que de 80 personas no se obtuvo este dato.

El fallecimiento de personas privadas de libertad representa un alto costo, ya que muchos hijos ahora son huérfanos (176) y aunque el Estado tiene la obligación de garantizar la vida y la salud, lo que hace es ignorarlos.

“El Estado incumplió su obligación de garantizar su vida, su salud”, dijo Zaira Navas, jefa de su unidad de Estado de Derecho. La abogada advirtió que las muertes en prisión “podrían ser más”, pero “la falta de acceso a información oficial” impide conocer el número real, expresó la abogada Zaira Navas, jefa de su unidad de Estado de Derecho.https://laopinion.com/2024/07/11/denuncian-muerte-de-bebes-en-las-carceles-de-el-salvador/

Reacciones de la oposición

Andy Failer, de Nuestro Tiempo, comentó en su red social X: “El último informe de Cristosal es duro, crudo, pavoroso. La vida humana en las cárceles de El Salvador no tiene ningún valor, y antes de que fanáticos griten: “defensor de pandilleros”, el informe habla de 4 bebés fallecidos, 2 en la cárcel y otros 2 que enfermaron en la cárcel y a los pocos días de sacarlos, murieron.

También hay pescadores, agricultores, tortilleras, estudiantes… 261 inocentes que murieron entre torturas y actos de violencia. ¿De verdad este es el país que queremos? No estoy hablando de la ola violencia del pasado, hablo del futuro, del país que anhelamos. ¿Sí o sí tiene que ser así?

Claudia Ortiz, parlamentaria de VAMOS, ha reiterado en varias ocasiones que hay inocentes encarcelados y que deben ser puestos en libertad, pero el oficialismo la acusa de pedir la liberación de delincuentes, a lo que ella siempre responde:

“Los únicos que tienen la llave para liberar delincuentes son los que están gobernando”, esto en alusión a la liberación de pandilleros como “Crook” que Salió de la cárcel de máxima seguridad con la ayuda de Osiris Luna, director de Centros Penales y Carlos Marroquín, director de Tejido Social, ambos incluidos en la lista de corruptos de Estados Unidos.

Salvadoreños encuestados, afirmaron que el Régimen de Excepción se aplica al pobre, “al que no tiene como pagar un abogado, condenándolo a morir tras las rejas, manchando el nombre. Sin embargo, los pandilleros de alto rango viven en un lujo de cárcel, salen las veces que quieren y hasta los mandan fuera del país. “Bukele tiene las sangres manchadas de sangre inocente”.

Para el gobierno, este tipo de investigación lo incomoda al punto de levantar “cortinas de humo”, activar las granjas de troles y poner a su defensa a diputados para silenciar las voces que se atreven a mostrar la realidad que vive la población, víctima de un régimen de excepción excluyente, pues la ley se aplica al pobre.

 

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