Ernesto Castro, presidente de este congreso y amigo de confianza de Bukele, dejó claro que ningún proyecto de la oposición es válido, los únicos son los que ordena el Ejecutivo.
La Asamblea Legislativa, liderada por Nuevas Ideas, es considerada un apéndice de Casa presidencial al igual que la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía, entre otras dependencias de Estado que le permiten tener el control del país.
Este parlamento se ha caracterizado por cumplir los caprichos del candidato-presiente, Nayib Bukele e ignorando propuestas de ley que favorezcan a la población, entre ellas, la reforma a la Ley Especial para la Regularización de Lotificaciones y Parcelaciones para uso Habitacional, propuesta por Claudia Ortiz, del partido Vamos.
La petición de Ortiz desencadenó una polémica con Ernesto Castro, quien votó en contra de la propuesta de reformas de las comunidades COFOA y agregó que no estaba de “acuerdo con nada” de lo que ella proponga e impidió que la diputada continuara su exposición.
A la fecha, todas las solicitudes presentadas por la oposición que buscan beneficiar a la población han sido ignoradas por Nuevas Ideas, anteponiendo los intereses de grupos de poder cercanos al gobierno.
“Le dijeron No a que miles de familias tengan el título de propiedad de la vivienda que ya pagaron. Es cierto que los dueños de las lotificadoras abusivas están purgando su pena, pero las familias siguen sin sus escrituras”, escribió en cuenta X Claudia Ortiz.
Anabel Belloso, de la fracción del FMLN, manifestó que Nuevas Ideas deja claro lo que se vive en la Asamblea por parte de los diputados de Nuevas Ideas. “No es posible que a estas alturas de la historia haya funcionarios como ese y peor aun cuando tiene la responsabilidad de conducir un órgano del Estado”.
De igual manera, aclaró que no se trata de estar en contra de una otras personas. “Castro está en contra de la población porque las iniciativas con la en mención venía de una representación de una comunidad y es un derecho que se analice y sea resuelto a su favor”.
Agregó, que los diputados de Bukele no están al servicio de la gente, “sino únicamente para satisfacer sus egos, su bajo autoestima o en este caso también, la agenda que les dictan desde la presidencia de la República, que ya sabemos que es por la cual aprietan el botón, sin cuestionar, sin ser capaces ni tener criterio propio”, sentencio Belloso.
Finalmente, Ortiz, sentenció que el oficialismo ha dejado claro que no están dispuestos a escuchar y que además no les importa el país, sino que les importa mandar ellos y que los demás deben aceptar eso sin quejarse. “Eso no podemos permitirlo, por eso es importante equilibrar la Asamblea Legislativa”.
Nuevas Ideas fue la que votó para que los trabajadores no pudieran retirar sus anticipos del ahorro de pensión y ahora ignora la propuesta para legalizar los terrenos de las Comunidades de Fe Organizadas en Acción (COFOA).
“Es atroz la respuesta del presidente de la Asamblea, el bukelista Ernesto Castro, cuando la diputada Claudia Ortiz presentó la propuesta en favor de las comunidades”, expresaron.
COFOA está conformada por unas 40,000 familias en los departamentos de La Paz, Usulután, San Salvador y La Libertad en El Salvador, las cuales esperar legalizar sus escrituras.
Corrupción y violencia contra la mujer
La corrupción del oficialismo también un lenguaje callejero en el gobierno de Bukele y los funcionarios son exponencialmente violentos contra las parlamentarias de la oposición que cuestionan el trabajo de los diputados cyan.
Ernesto Castro, uno de los hombres de confianza del candidato-presidente Bukele, abusa de su poder dentro del parlamento y olvida que representa al pueblo antes que a los intereses del Ejecutivo.
Sin embargo, desde su cargo ataca, desvaloriza y ridiculiza a las diputadas de la oposición por no estar de acuerdo con propuestas de ley que solo benefician a sus socios y no a los salvadoreños.
Castro a dicho en reiteradas ocasiones que “este país se cansó de la corrupción y no se va a tolerar más”, pero el y su esposa, recibieron medio millón de dólares de la partida secreta del expresidente Mauricio Funes.
Aparte de la corrupción, también ejerce violencia verbal contra las mujeres parlamentarias, tal es el caso de Claudia Ortiz a quien le apagó el micrófono, mientras el oficialismo aplaudía esta acción.
Castro, haciendo uso de poder y escudándose en los troles, menosprecia, difama no solo a las diputadas dentro de la Asamblea, sino a toda mujer de la sociedad civil que no concuerde con sus posturas.
