Alianza Internacional para el Gobierno Abierto expulsa a El Salvador por antidemocrático.

El país liderado por Nayib Bukele ignoró la advertencia hecha por este organismo a finales del 2022. La falta de transparencia, el deterioro de la democracia y los altos índices de corrupción fueron las causas de su salida.

La Alianza para el Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés) es una iniciativa multilateral de promover la transparencia, el empoderamiento ciudadano y la lucha contra la corrupción, entre otros aspectos.

Su misión es construir gobiernos más abiertos, inclusivos y que rindan cuentas, verificación que llevan a cabo mediante un proceso de monitoreo en los 76 países y 106 gobiernos locales miembros.

Esta medición no ha sido de agrado para el presidente salvadoreño Nayib Bukele, señalado de ser antidemocrático, no solo por organizaciones de la sociedad civil local sino también por la comunidad internacional.

Para el gobernante con un perfil autoritario, la rendición de cuentas, ser abierto e inclusivo no es prioridad en su gestión y para no ser cuestionado, ha puesto en reserva toda la información gubernamental.

Esta situación lo llevó a ser expulsado de la OGP por no entregar un plan de acción de gobierno abierto en 2021 y 2022, donde la organización le dio como ultimato el 24 de marzo de 2023.

Finalmente, El Salvador fue dado de baja tras ser parte de este organismo internacional durante 10 años por ser incapaz de cumplir con los compromisos de elegibilidad para ser miembro durante tres años consecutivos, demostrando desinterés.

Antes de la llegada de Bukele a la presidencia, este país centroamericano trabajó planes de acción que posibilitaron el cumplimiento de compromisos importantes, avanzó en crear una institucionalidad para empoderar y dar participación a la población e implementó mecanismos para exigir rendición de cuentas.

Su expulsión de la OGP es un retroceso que traerá grandes desafíos, ya que pierde la oportunidad de formar parte de una plataforma global con múltiples redes de aprendizaje y buenas prácticas.

Además, se confirma la falta de voluntad política del gobierno de Bukele, quien está enfocado en permanecer en el poder en imponer una dictadura, alejándose por completo de la democracia.

Los especialistas en  políticas públicas, entre ellos José Marinero, opina que “ya se veía venir” porque el gobierno se hizo expulsar de la “plataforma internacional”, por su inacción con la que respondió el ultimátum hace un año.

 

 

 

Marinero dijo que “permanecer en el seno del OGP era contra natura a este gobierno, puesto que los valores del gobierno abierto son fundamentalmente democráticos”, afirmó, y el gobierno “oculta información” y “se resiste a rendir cuentas”, “lo opuesto a un gobierno abierto”.

Organismos como Funde, Tracoda, Fespad, Lab-Dat y Modes llaman a la ciudadanía a “continuar demandando un gobierno abierto y participativo” y a ser vigilantes ante los desafíos en los temas de acceso a la información, rendición de cuentas y participación ciudadana.

El director ejecutivo de OGP, Sanjay Pradhan, deja sentir su decepción por el anuncio y alienta a las personas reformadoras en el gobierno y la sociedad civil a continuar una interactuando con OGP a través de eventos y oportunidades de intercambio entre pares. https://www.opengovpartnership.org/es/news/el-salvador-exits-international-partnership-on-open-government/

Hasta el momento el gobierno de Bukele, quien ha solicitado a no meterse en los asuntos internos, no ha sentado postura ante el anuncio de su salida de este organismo internacional.

 

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