Las negociaciones con el FMI parecen estancadas y la insistencia en mantener la criptomoneda y la posible emisión de bonos bitcoin, pospuesto en muchas ocasiones, lo ha distanciado mucho más de este organismo financiero internacional.
Además, esta entidad considera que la adopción de bitcoin representa “graves riesgos para la integridad financiera y del mercado, ya que puede causar pasivos fiscales contingentes.
Sin embargo, el gobernante ha decidió no atender las solicitudes del FMI y tampoco del Banco Mundial, a quien El Salvador le pidió ayuda para la implementación del bitcoin en junio del 2021.
De acuerdo con el FMI, los actuales niveles de gasto de la deuda, la deuda pública de El Salvador podría aumentar hasta cerca del 98% del PIB en 2026, l cual fue calificado como una “trayectoria insostenible”.
La entidad advirtió que “las vulnerabilidades fiscales -derivadas de la elevada relación entre la deuda pública y el PIB- se han agudizado durante la pandemia y requieren acciones inmediatas”.
Al mismo tiempo dijo que “las grandes y crecientes necesidades de financiamiento están limitando el crecimiento a mediano plazo y resaltaron la necesidad de implementar reformas fiscales estructurales” para fomentar el crecimiento inclusivo.
El FMI recalcó que el déficit de cuenta corriente de la economía salvadoreña es dependiente de remesas y financiamiento externo rondará los 2.000 millones de dólares hasta 2025.
Según los expertos en economía, la adopción del bitcoin ha puesto a este país en un desacuerdo con prestamistas multilaterales como el FMI, sobre todo porque las calificadoras apuntan que el bitcoin podría facilitar el lavado de dinero.
Créditos “trabados” y fracaso de bitcoin
Un crédito por USD 1.4 mil millones seguía estancada ante el incumplimiento de las recomendaciones de FMI, entre ellas abortar el bitcoin, advertencia en agenda a principios de enero.
En el tercer trimestre de este año, el FMI se volvió a reunir con funcionarios salvadoreños en Washington y reiteró a los salvadoreños que sin esa reforma las negociaciones no avanzarían, pese al rechazo y las millonarias pérdidas tras la caída de su precio, la criptomoneda está sigue circulando.
Desde que Bukele compró los primeros bitcoins el 6 de septiembre del año pasado, éstos han perdido 67% de su valor. Espumándose más $70 millones, de los contribuyentes y anunció que comprara tres bitcoins diarios.
Otro tema en contra de la aprobación de más préstamos es la situación política que se vive en ese país, donde el gobierno es señalado de graves violaciones a los derechos humanos y que fue tomada en cuenta en el congreso para solicitar a Biden retirar los beneficios que otorga el CAFTA.
Lo más crítico tiene un pago de deuda internacional de 667 millones de dólares en enero y existe el riesgo que pueda caer en un incumplimiento ante la falta de financiamiento.