Bukele se hace el “desentendido” y deja pasar la corrupción en su gobierno

A cuatro años de su gestión, el mandatario no ha podido combatir la corrupción y menos la de sus funcionarios, muchos de ellos sancionado por el Departamento de Estado de los EE.UU.

El grave problema de la corrupción se ha fortalecido con el gobierno de Nayib Bukele, quien en julio de 2019 dijo que la CICIES investigaría la corrupción “de aquí en adelante, pero también desde atrás”.

“Lo hemos dicho claro y fuerte; puede ser del partido en el que estamos afiliados o del partido que sea”, manifestó durante una entrevista a una agencia de noticias internacional.

En noviembre de 2019, la Organización de Estados Americanos y el gobierno salvadoreño firmaron el acuerdo de la creación de la CICIES y en diciembre de ese mismo año suscribieron un convenio de cooperación para combatir la impunidad y a la corrupción en la función pública.

Sin embargo, en junio de 2021, el gobierno decidió terminar dicho acuerdo justo cuando la fiscalía presentaba 12 casos de posible corrupción en la carteras del Estado, entre ellas el ministerio de Agricultura y Salud.

Esto dejó en evidencia que luchar contra la corrupción nunca estuvo en los planes de Nayib Bukele, por el contrario, ha guardado silencio ante los señalamientos no solo de la oposición y la sociedad civil, sino de la misma comunidad internacional.

El último informe de Transparencia Internacional El Salvador, ha obtenido 34 puntos en el índice de percepción de la Corrupción, empeorando su posición con respecto al resto de países hasta la posición 115 de los 180 del ranking de corrupción.

Rostros corruptos

“Todos los corruptos irán a la cárcel, así sean de nuestro partido”, dijo pero sigue protegiendo a los señalados por el Departamento del Tesoro de EE.UU., mediante la Ley Magnitsky, y el Departamento de Estado, a través de la Lista Engel.

Adicional a ello, diferentes investigaciones periodísticas han revelado  actos de corrupción de funcionarios sin que estos sean investigados por la Fiscalía, ya que gozan de la inmunidad de Bukele.

Un claro ejemplo es Carolina Recinos, Comisionada Presidencial y  uno de los rostros más conocidos por señalamientos relacionados a actos de corrupción en esta gestión y de ser la jefa de un esquema de corrupción, según la  Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Ella es señalada de haber realizado adquisiciones sospechosas en la construcción del hospital El Salvador y que además ordenó a los ministros a realizar compras “sospechosas” de insumos para enfrentar la pandemia del covid-19.

 

Rolando Castro, ministro de Trabajo se suma a la lista de inmunidad corruptiva. El funcionario fue sancionado  por el Departamento del Tesoro de EE.UU por incurrir en actos de corrupción y malversación  de fondos públicos para beneficio de personas y de influir en los sindicatos para que se alinearan a intereses políticos.

Otra es la diputada de Nuevas Ideas, Dania González. A ella se le señala de recibir una donación de $25,000 dolares del gobierno de Luxemburgo, que destinó a su negocio privado cuando era subdirectora de Injuve, información revelada por la revista Factum.

A la lista de personajes corruptos dentro del gobierno de Bukele, está Christian Guevara, jefe de fracción de Nuevas Ideas. Este ganó ocho contratos por más de un millón de dólares durante la pandemia. Dichos contrarios fueron financiados con el Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres. Debido a estos actos ilícitos, EE.UU lo sancionó.

También Conan Castro, secretario jurídico de la Presidencia es parte de la corrupción que salpica a esta administración. A él el departamento del Tesoro lo señaló de obstruir las investigaciones sobre la apropiación indebida de fondos públicos durante la pandemia.

El director de Centros Penales, Osiris Luna no solo viajó en avión privado, sino que autorizó ilegalmente el gasto de $8.5 millones provenientes de las tiendas penitenciarias. La información fue revelada por la revista El Faro, medio a quien el gobierno ha atacado deliberadamente por dejar a luz la corrupción.

Carlos Marroquín, director de Tejido Social, es otro de los sancionados por los Estados Unidos.  De acuerdo con una investigación periodística de El Faro, él sacó personalmente del país al pandillero extraditable “Crook”. Audios de la confesión fueron publicados por el medio donde detalla un supuesto acuerdo entre el gobierno y las pandillas.

En todos estos señalamientos, Nayib Bukele no ha honrado su promesa a los salvadoreños: “Todos los corruptos irán a la cárcel, así sean de nuestro partido”.

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