En el rector de la UCA, Andreu Oliva, declaró que “el miedo como política de Estado” es la estrategia del gobernante para postularse a un segundo período presidencial.
La campaña electoral del 2024 está matizada con el miedo, al menos por parte del oficialismo, que busca reelegirse con una reforman amañada y con la complicidad de magistrados de la Sala de lo Constitucional y el mismo TSE.
Según el sacerdote jesuita, Andreu Oliva, los salvadoreños están sometidos al miedo “ante un poder que abusa de su mismo poder, que abusa de la población” y evita los límites que un Estado de derecho debe tener para que no abuse.
“Ese poder infunde miedo, ataca, desprestigia, busca venganza en contra de quienes opinen distinto y no le importa ni la honradez ni la seriedad ni el fundamento de la crítica, y eso es lo que hace que haya miedo” refirió Oliva.
Además, con esta arma política, desmiente la credibilidad de cualquier persona que enfrente al gobierno y manta una campaña de odio contra el periodismo crítico, instituciones y organizaciones que levantan la voz y denunciar los desmanes oficiales.
En tal sentido, manifestó que “el miedo manda y cuando el miedo manda, la mentira crece y la mentira necesita que se oculte la verdad y por eso estamos viviendo un tiempo de opacidad, un tiempo donde esa victoria que tuvo el pueblo salvadoreño por la creación del Instituto de Acceso a la Información Pública ha quedado totalmente inutilizada, y hoy ese instituto no nos sirve de mucho”.
Óscar Picardo, de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), dijo que “cuando escalamos el miedo en una reflexión cómo está ‘el miedo como política de Estado’ vemos el uso del miedo como un proceso de disciplinamiento social que es lo delicado”.
El Catedrático señalo que en la actualidad se vive una atmósfera de miedo institucionalizado, por no decir, terrorismo de Estado, refiriéndose a que el gobierno hace uso de métodos ilegítimos en los cuales difunde miedo en la población.
