El Fiscal de Bukele decidió no investigar a “Chepe Diablo” por lavado de dinero.

José Adán Salazar Umaña, “Chepe Diablo” es uno de los enclaves de narcotráfico y lavado de dinero más importantes del país centroamericano. 

Una investigación periodística del medio digital Infobae afirma que Salazar Umaña goza de libertad a pesar de los fuertes indicios de blanqueo de fondos descubiertos por agentes estadounidenses antidrogas y del ministerio de Hacienda.

Según la información publicada, el actual fiscal Rodolfo Delgado, nombrado de manera ilegal por Nayib Bukele, es el responsable de que “Chepe diablo” no esté en la cárcel. Además de señalarlo de desaparecer  información que implican al mandatario y a sus allegados.

El historial de ilícitos de Chepe Diablo se remonta a 1998, año en el que las investigaciones de narcotráfico cobraron notoriedad en la justicia salvadoreña y que también se le perfila como un personaje clave en la ciudad de Metapán, Santa Ana.

Sus actividades, en un principio, se centraban en el cambio de divisas entre la frontera de El Salvador y Guatemala, contrabandear ganado y armas hacia Honduras.

Poco a poco fue incursionando en otros negocios, entre estos, las gasolineras, compra de terrenos a nivel nacional, incluso se compró el equipo de fútbol de primera división, el Isidro Metapán, lo convirtió en multicampeón y ser el presidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol.

Sin obstáculos en su camino, Adán Salazar Umaña, incursionó en el financiamiento de campañas políticas en su zona de influencia en el 2000 y estableció relaciones con Herbert Saca, conocido como el hombre del maletín negro y primo del expresidente Elías Antonio Saca.

Óscar Ortiz, alcalde de Santa Tecla y posteriormente vicepresidente del país por el partido de izquierda FMLN, también hizo negocios con Chepe Diablo ignorando las investigaciones.

 

Cartel de Texis,

Esta organización controlaba la ruta occidental de El Salvador, zona mapeada por la Agencia de Control Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), la cual alimentaba el trafico desde el sur de Honduras y desde Guatemala.

Su imperio no pasó desapercibido para Unidad de Investigación Penal Tributaria del Ministerio de Hacienda, que en el 2014había detectado que las empresas de Salazar Umaña estaban evadiendo impuestos y que el capo y sus socios movían grandes cantidades de dinero a través de la banca nacional.

Ese mismo año Adán Salazar fue incluido en la lista relevante de capos del narcotráfico en el mundo. La fiscalía comenzó las investigaciones de evasión de impuestos y fue arrestado en el 2017, pero solo estuvo ocho meses al pagar una fianza de $300,000.

Los intentos para convertir el caso a lavado de dinero no prosperaron porque tres jefes fiscales de la época, entre ellos Rodolfo Delgado, se habían encargado de que los indicios de blanqueo advertidos por Hacienda no se convirtieran en pruebas sólidas contra Salazar Umaña, según comunicaciones oficiales en poder de Infobae.

En ese entonces, el actual fiscal  fungía como jefe de la Unidad Especializada de Delitos de Crimen Organizado del ministerio público (UDECO) entre 2004 y 2014.

Uno de los investigadores salvadoreños que conoció el expediente de Chepe Diablo, dijo al medio digital que “Hacienda lo compartió todo. El detalle es que ellos (los fiscales) nunca investigaron por lavado y tenían toda la información que necesitaban, pero como no lo hicieron después no tenían para presentar el caso por lavado”.

La investigación periodística cita que en 2014, Hacienda hizo llegar a la UDECO que dirigía Delgado el memo con referencia 10014-NEX-0603-2014, en el que constan dos pagos que Salazar Umaña hizo al fisco salvadoreño entre junio y agosto de ese año por un total de USD 1.05 millones en concepto de impuestos adeudados.

Afirma que el memo llegó con la advertencia de que los pagos habían sido en efectivo a pesar de que las empresas de Chepe Diablo tenían abiertas líneas de crédito en la banca salvadoreña hasta por USD 200 millones.

El 21 de mayo de 2021, la Cámara Segunda de lo Penal de San Salvador resolvió, tras apelación de los abogados de José Adán Salazar Umaña, que no había motivo para continuar el caso y lo exoneró de forma definitiva, a pocos días de que los diputados de Nayib Bukele nombraran a Delgado como el nuevo fiscal.

Un Fiscal a la medida de la corrupción

No solo Adán Salazar Umaña ha sido protegido por Rodolfo Delgado. A él se suman los funcionarios de gobierno acusados de corrupción durante la pandemia de Covid-19, la posible participación de Bukele en el caso Alba Petróleos donde recibió préstamos por USD 1.9 millones.

El titular tampoco ha movido un dedo para investigar a los señalados en la lista de actores corruptos presentada por los Estados Unidos o las negociaciones del gobierno con las pandillas de la MS13 y Barrio 18.

Al hacerse del ojo pacho tiene un trasfondo corrupto, ya que a Salazar tiene amigos en el gobierno de Bukele, empezando por Herbert Saca, muy cercado al   ministro de Seguridad Gustavo Villatoro. Le sigue Miguel Flores Durel, uno de sus defensores y ahora Magistrado de la CSJ, sin dejar de mencionarse a Héctor Mendoza Cordero, comisionado de la PNC, señalado de cómplice en el Cartel de Tesis y recientemente nombrado agregado policial en el consulado salvadoreño en Los Ángeles.

De esta manera, dicen los críticos del gobierno, la corrupción se ha legalizado dentro del país al tener como protectores a las mismas autoridades y al presidente Bukele.

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