“Nos tomó por sorpresa, en el proyecto dice muy poco sobre la garantía y la seguridad de trabajo para nuestros empleados”, dice Montenegro, al explicar que hay mucha preocupación por los trabajadores de formación profesional que capacitan al personal de más de 325 instituciones, incluidas organizaciones no gubernamentales, sindicatos, universidades y gremiales; y que a su vez contratan especialistas. “Al momento que se apruebe la ley, toda esta gente queda en el aire”, expresa.
Con el nuevo proyecto de Ley del Integración, con el cual se sustituye al Insaforp con una Dirección Nacional de Integración, ¿qué pasará con los programas que imparte el Insaforp?
Esa es nuestra otra preocupación, qué va a pasar con todos los programas de formación que tenemos nosotros en estos momentos, hay algunos programas que duran 30 días, otros que duran 26 horas, pero tenemos bastante programas de mediano y largo plazo. Todo nuestro programa de educación dual de la Empresa Centro: ahí el programa más corto dura seis meses y el más largo dura 36 meses. Estos muchachos quedarían a medio camino, es un problema que el esfuerzo y la dedicación de ellos queden en el aire. Todos estos temas nos llenan de preocupación, esto ha generado mucha incertidumbre en nuestros trabajadores.
¿Ustedes se dieron cuenta del proyecto de ley cuando entró a la Asamblea?
En lo personal me di cuenta ese martes como a las 11 de la noche, en el cual me mandaron copia del texto que había entrado la Asamblea. Nosotros no fuimos consultados. En nuestro Consejo hay representantes del Ministerio de Educación y representantes del Ministerio de Trabajo y de Relaciones Exteriores que tampoco sabían nada de esto. Entonces, para todos fue una no agradable sorpresa.
¿Qué piensa que la integración del Consejo cambia y queda fuera el sector empleador y el laboral?
Para nosotros es algo que no tiene mucho sentido, todas las instituciones de formación son tripartitas y además se hizo por convenio aprobado por la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Nos parece insólito que en esta nueva institución se rompa el tripartismo y más insólito que no esté incluido el Ministerio de Trabajo, cuando el objetivo de formar a la gente es que obtenga un empleo. Y todavía más insólito porque todo el propósito de formar a la gente es que pueda obtener un trabajo y que el Ministerio de Trabajo no participe y tampoco el de Educación. Pareciera que quienes diseñaron este proyecto como que no conocen de la institución.
Nosotros vivimos con los recursos del sector empleador, autónomas y municipalidades. Recibimos más o menos en el año como unos $45 millones. Y el año pasado invertimos en formación $37 millones. Según la ley, en la nueva institución, va a recibir el 20 % de esos $45 millones es decir, más o menos un $9 millones y con $9 millones no se va a poder hacer mucho, además, van a tener que utilizar parte para administrar.
Entonces, supongo que van a tener disponibles unos $8 millones para invertir en formación, por lo que los programas se reducirán y el número de personas que van a recibir formación en el país se reducirá drásticamente y eso en realidad es lamentable y eso no lo digo yo, lo dice la misma gente que recibe la formación o que ha recibido claro.
Algunos sectores cuestionan que el gobierno necesita recursos y está optando ahora por los de Insaforp. ¿Cree que es así?
Una vez entre en vigencia la ley, todas las cotizaciones que recibimos pasarían al Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Hacienda le entregaría a la nueva institución únicamente el 20 %. Nosotros recibimos más o menos $4 millones al mes, quiere decir que Hacienda se quedaría con $3.2 millones y pasaría al mes solo $800,000, más los $40 millones que tiene de reserva el Insaforp, pareciera que el interés va dirigido a hacer un uso de los recursos de la institución, los cuales nosotros guardamos para temas de formación o de investigación, pero ellos utilizarán para disposiciones del Ministerio de Hacienda. Usted puede ver la estructura del presupuesto y temas como la educación (en el presupuesto) no son muy importantes.
Recientemente, el ministro de Trabajo, Rolando Castro, dijo en una entrevista televisiva que “Insaforp no hizo bien su papel”, ¿Qué opina sobre eso?
Nosotros damos cursos de panaderías y de piñatas, de belleza, pero también damos cursos para la población de soldadura, de mecánica de motos, mecánica de automóviles, electricidad, carpintería, inglés, computación, y también para los trabajadores de nuestra empresa cotizantes damos de electrónica, automatización, robótica todos los temas digitales y tecnológicos entonces, como que él no conoce qué es lo que nosotros hacemos. Nosotros, el año pasado, formamos a 345,000 personas.
El ministro Castro también dijo que “Insaforp no dejó de estar secuestrado históricamente por poderes fácticos que privilegiaron diferentes segmentos productivos de este país como es el tema del plástico”, ¿qué opina al respecto?
No sé por qué él (el ministro) tiene esas expresiones contra el sector plástico, habría que preguntarle, pero yo sí creo que el programa que tenemos con el sector plástico es un programa exitoso. Es un programa exitoso de flexografía a nivel de región centroamericana.
Ocho días después que se sanciona o que se publica en el Diario Oficial, la Ley empieza la Dirección y el Insaforp termina, y empiezan las nuevas autoridades, que es un Consejo de cuatro personas. Ellos son los que tendrían que manejar el proceso de absorción o liquidación y le han dado el plazo hasta el 31 de diciembre pero ya a partir de que la ley entra en la nueva autoridad, nosotros como Consejo Directivo terminamos un día antes.
¿Los programas actuales siguen desarrollándose?
Sí, gracias a los miembros del sistema de formación, pero es difícil trabajar normalmente cuando usted está viendo que dentro de poco se puede quedar sin trabajo, hay mucha incertidumbre tanto para nuestro personal como para los miembros del sistema de formación. Nosotros ya tenemos alguna gente que ha puesto la renuncia.
