Rubén Zamora, un exembajador salvadoreño de larga trayectoria diplomática y analista político no vacía en afirmar que la imagen de Nayib Bukele comenzó a quebrarse en el primer año de gobierno al intentar tomarse la Asamblea Legislativa.
Justo en ese momento, dice, es donde se comenzó a dudar del gobernante y su forma de administrar el país, acumulando con ello más acciones negativas que positivas, entre ellas socavar la democracia, violación a los derechos humanos y libertad de prensa y abrazar la corrupción.
Estas acciones antidemocráticas, según sus valoraciones ya han comenzado a pasarle factura ante la ONU y recibir algunos castigos como es la decisión de Estados Unidos de añadir a varios de sus funcionarios en la lista Engel y ser sancionados.
Durante una entrevista en el Diario De Hoy, el exdiplomático evaluó el papel de la comunidad internacional ante los señalamientos de violaciones a los derechos humanos cometidos por el gobierno de Bukele.
Zamora, ve distanciamiento de los procesos democráticos, no solo en El Salvador, sino también en otros y apuntó que algunas dictaduras que se están moviendo hacia Bukele y está haciendo tratos con ellos. Nicaragua es una de ellas después de estar en contra de Ortega y de otros gobernantes que van en esa misma línea.
Además, opinó que la intervención de la comunidad internacional no será inmediata porque el país no está frente a todo el mundo. La mayor presencia está en los Estados Unidos y Canadá.
“No es con la velocidad que fue en los 80, porque en los 80 ya era una cosa de matarse, hoy es de entrarse en la dictadura. Esto que he visto, que el quiere seguir en el poder, ya es el final, si todos los gobiernos terminan en eso, quedándose en le gobierno, hasta que los votan. Martínez, ese fue su problema”, sentencio Zamora.
Sin embargo, comparte la opinión de expertos quienes han manifestado que la comunidad internacional podría ayudar a que el país recupere el rumbo democrático, dado que ésta jugó un papel importante en la firma de paz.
Destacó que el gobierno de Estados Unidos jugó un papel diplomático importante, junto a México, columbia y Cuba en el proceso de paz en El Salvador, pero una vez finalizado, se enfocaron en otras naciones en conflicto.
Dejaron de ver al país por de 30 años ,pero “algunos países están volviendo a poner sus ojos y dicen ‘qué pasa ahí, si había paz y por qué están haciendo esto’, es decir, todavía estamos como empezando otra vez y así debe de ser”, dijo.
Finalmente hablo sobre el papel de las organizaciones no gubernamentales en el país y recomendó que “es necesario que las organizaciones de sociedad civil proclamen, hablen y hagan del conocimiento de la sociedad exterior lo que realmente está pasando en El Salvador”.
Si bien existe una maquinaria propagandística de Bukele, que opaca el trabajo de las organizaciones no gubernamentales, es importante que la sociedad civil de Estados Unidos, de Canadá, de Europa y del resto de América Latina conozcan lo que pasa en el país.
El diplomático también citó que muchos salvadoreños en el exterior lo apoyaron cuando era candidato, pero “hoy está completamente en contra de él porque es un dictador, entonces hay organizaciones que se van pasando de estar neutrales o incluso haber apoyado a Bukele, a abandonarlo”.