Los alimentos cerraron el 2022 con un 12 % más caros en ese país centroamericano. Los precios de los huevos, el frijol, el queso y el maíz subieron un 50% en los dos primeros meses de 2023.
Para el gobierno no hay inflación, incluso el presidente de la Defensoría del Consumidor, Ricardo Salazar afirmó que la canasta básica de El Salvador es la más barata de la región.
Sin embargo, la población vive en carne propia las alzas de los precios, muchos de ellos han reducido sus compras para llevar lo necesario a la mesa y cubrir el consumo de calorías mínimos que requiere el organismo.
Para los consumidores tanto del área urbana como rural, la situación es alarmante porque no hay trabajo, los ingresos son pocos y deben elegir entre comer frijoles cuyo precio subió a $1.25 la libra o comer huevos que rondan hasta los $7 dólares en algunos departamentos del país.
Soraida, ama de casa y con tres hijos, señala que para los salvadoreños de bajos ingresos, “comer huevos, queso y frijoles con tortilla” se está volviendo un lujo, mientras “los diputados suben fotos comiendo hasta con chef privado a costillas de nuestros impuestos. Son aves de rapiña”, expresa.
Otro de los salvadoreños consultados manifiesta que es “erróneo estar comparando los precios de la canasta básica del país con otros de la región porque esta difiere en productos porque la nuestra tiene menos”, en su lugar, señala que debería regular los precios y no favorecer a las grandes empresas.
El descontento de la población hacia el gobierno crece cada día, pero la prioridad del gobierno de Nayib Bukele, que recién construyó la cárcel más grande de Latinoamérica y no el hospital Rosales, es la publicidad enfocada en su reelección inconstitucional.
Comprar frijoles y huevos cada vez es un lujo en El Salvador. el alto costo de la vida no lo sufrimos todos por igual, la crisis la pagan los pueblos y las élites económicas viven de ellas”, escribió Miriam Lilian Díaz en su cuenta de Twitter.
Similar comentario hizo una comerciante del mercado central. Ella manifiesta que las ventas han disminuido por los precios y que los clientes prefieren quitar el huevo y el queso, junto a las frutas para llevar frijoles.
“Da colera ver que los diputados suben sus fotos dándose la grande en restaurantes y quieren aparentar que están con el pueblo, pero ellos solitos se queman al hacer público los privilegios que tienen a costa de nuestros impuestos. Nuevas Ideas son los nuevos saqueadores del país”. Sostiene la comerciante.
Según la última encuesta el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) casi la mitad de los salvadoreños (48.5%) dejó de comprar ciertos alimentos por el incremento de precios en el 2022.
De acuerdo con información de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos señala que el costo de la canasta básica urbana en El Salvador pasó de US$199.24 en enero de 2021 a US$240.37 en diciembre de 2022, lo que significa un alza de 20,6 %.
La pobreza que oculta Bukele
Los salvadoreños dicen que su economía familiar no tuvo ningún cambio el año pasado y que el inicio del 2023 ha sido cuesta arriba. “El gobierno en cuatro años no ha hecho nada por mejorar la economía, por el contrario, sigue endeudando al país porque ahora el dinero no le alcanza”, refiere uno de los ciudadanos consultados.
Esta situación, afirma el entrevistado, obliga a la población de arriesgar a migrar a los Estados Unidos de manera irregular para salir de la pobreza, de ser encarcelado por el régimen de excepción y del acoso de los delincuentes.
Sobre la migración irregular, la organización no gubernamental Cristosal, rregistra que, en el 2022, el 80% de salvadoreños que migraron solicitaron refugio en México.
Un análisis de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apunta a que el país enfrentara un panorama económico difícil en el 2023 y 2024, la cual se agudiza por la coyuntura mundial.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también opina que la tendencia alcista en los precios se mantendrá este 2023 e hizo recomendaciones al gobierno de Bukele, entre ellos no emitir bonos volcán.
Durante su visita de evaluación al país, el organismo señaló que El Salvador debería de abordar los riesgos del bitcoin como la “estabilidad financiera, la sostenibilidad fiscal y la protección del consumidor y que las recomendaciones del IV de 2021 siguen siendo válidas”
Además, dijo que la “financiación de compras de bitcoin mediante la emsion de valores tokenizados debería evitarse debido a los riesgos fiscales” y de transparencia.
Economistas y voces disidentes del gobierno, consideran que las 11 medidas económicas que implementó el gobierno en el 2022, fueron insuficientes y poco significativas.